domingo, 28 de enero de 2018

El día de Australia

Viernes 26 de enero de 2018

Hoy se celebra el día de Australia y es festivo. Desayunamos en el apartamento, hacemos las maletas y salimos hacia Brisbane para coger nuestro vuelo de vuelta.
Pedimos consejo en recepción y nos recomienda pasar por Tweed Heads. Tenemos por delante algo menos de 200km y todo el día para realizarlos (nuestro vuelo es a las 19:30 y ademas en Brisbane es una hora menos). 
Nos liamos  un poco queriendo ir por carreteras locales para evitar la autopista y tomamos café en un pueblito de la zona. Al final nos resignamos y llegamos a Tweed Heads por la autopista. La ciudad resulta ser una preciosa zona de costa literalmente entre los dos estados: Nueva Gales del Sur y Queensland. Eso significa que en mitad de la ciudad hay cambio de horario.
Tweed Heads

Nos encanta el mirador y sus estupendas playas. Hay mucha gente celebrando el Aussi Day (Día de Australia) es decir, mucho picnic familiar y muchas banderas de Australia por todas partes.

Seguimos en coche hasta  Surfers Paradise en la Gold Coast lleno de edificios altos tipo Benidorm, pero con muchas lagunas interiores que nos hace recordar una Venecia natural y muy agradable para vivir. Paramos en varios supermercados buscando cosas para llevar.
No hay casi tráfico por lo que decidimos entrar en nuestra  querida Brisbane para comer y comprar recuerdos. Aparcamos en el parque subterráneo del centro, algo caro 16$, pero muy práctico.

La playa de Brisbane
Hoy Brisbane está mucho más animado que cuando vinimos la primera vez. Hay mucha gente por todas partes y mercadillos suponemos que por ser el día de Australia. 
Nos encanta volver a recorrer los parques centrales con su playa artificial. Compramos recuerdos en la misma tienda que al comienzo del viaje y elegimos un mejicano llamado "Mucho Méjico" que nos gusta mucho para comer.
Devolvemos el coche de alquiler cerca del aeropuerto y de allí nos llevan en una furgoneta a por nuestro vuelo.
Nuestro periplo australiano está llegando a su fin. Facturamos y embarcamos hacia la odisea final.

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