Llegamos a Pekín después de un descansado vuelo de más de 10 horas. Hemos tenido suerte y el avión iba medio vacío por lo que teníamos dos asientos para cada uno para poder dormir algo.
Llegamos a Pekín antes de lo previsto con lo que nos esperan más de 10 horas de espera hasta las 14:00 hora de salida del vuelo a Frankfurt.
Descansamos, paseamos, compramos, nos aburrimos, nos hartamos e incluso comemos en un restaurante coreano. No está mal la comida del restaurante.
![]() |
Descansando en el aeropuerto de Pekín |
Por fin llega la hora de embarcar, por cierto los primeros. Esta vez no hay suerte y el avión va bastante lleno. El vuelo se hace bastante pesado y la comida nos parece peor que a la ida. Aún así el balance con Air China es bastante positivo, mejor de lo esperado: dos comidas calientes, pantallas individuales y buena distancia para las piernas. Una pena que no den un set de vuelo y que las azafatas sean un poco brutas.
Poco a poco y cada vez más agotados llegamos a Frankfurt más de una hora antes de lo previsto.
Víctor, el sobrino de Emili, nos está esperando para recoger a Serge. Vamos al hotel Airport Global Hotel, donde Ana y Emili van a pasar la noche, a dejar las maletas.
Buscamos un restaurante por la zona para cenar en el Tripadvisor. El elegido es el Goldener Apple que resulta ser un buen restaurante tradicional alemán que nos encanta. Además de bueno es relativamente barato.
![]() |
El restaurante |
Agotados nos despedimos en el hotel. Ana y Emili a dormir y Víctor y Serge camino de Bernardsviller.
A Ana y Emili les espera el vuelo de vuelta a la 6:20 hacia Lanzarote y a Serge una semanita extra en casa de sus padres. La maravillosa aventura australiana toca a su fin.