Después de una noche dura aguantando a nuestros vecinos que desde las 4:30 no paran de molestar, salimos hacia Sidney. Nos liamos para incorporarnos a la autopista, nos liamos para bajar en el Chinatown donde se quedan Ana y Serge, se lía Emili llegando al Rent a Car Avis. Nervios y olvido de rellenar el depósito. Total: depresión.
Nos reagrupamos en el Town Hall, un poco más calmados, y decidimos comprar e ir a comer a Bondi Beach. Vamos en guagua y comemos en uno de los muchos lugares para comer que tiene Sidney y nos bañamos en la revuelta playa. La playa en si es preciosa y hay gente de todo tipo: gente solitaria, surferos, familias con niños... Las instalaciones municipales son excepcionales, siempre pensadas en el ciudadano. Tras paseos y baños varios, optamos por hacer el "Bondi Walk", un paseo de casi 6 km bordeando la costa y lleno de playas, acantilados, zonas de juego, piscinas públicas al aire libre... Impresionante lo que esta gente piensa en las personas. Tomamos un café en un precioso bar de una preciosa playa y volvemos en guagua al centro, a través de Bondi Junction hacia nuestro Chinatown.
Nos aseamos y salimos a cenar por el barrio, la cena, pato laqueado, arroz y dim sum que aunque correcta no tiene más.
Tomamos unas cervezas, Serge se va a dormir y Ana y Emili pasean por el Darling Harbour maravillados por el buen hacer de los gobernantes australianos.
Agotados todos intentamos dormir a pesar del karaoke que se oye debajo.
Que limpito todo...y sin colillas en la playa..pero lo de los 6 km. Andando no me lo acabo de creer��
ResponderEliminarTardísimo ya, estoy muerta de sueño...y de envidia, ¿para qué nos vamos a engañar? :)
ResponderEliminarMe encantan las fotos, seguiré el blog.
Un abrazo a los tres.